martes, 9 de agosto de 2011

Capitán América (Critica)

Una vez más, Marvel Studios logra conseguir un buena adaptación de un cómic cargada de diversión y una historia eficaz que precede a Los Vengadores.

Desde que Marvel se inició propiamente en la industria cinematográfica, ha demostrado que solo ellos son los que saben adaptar adecuadamente sus personajes al cine. No solo por el paso de las historias de los cómics, sino por lo atractivas que resultan sus películas en todos los sentidos. En el caso de Capitán América: El Primer Vengador, aunque tiene un tono diferente a las películas de Marvel Studios que le precedieron, sigue en la misma tradición y no decepciona.

La adaptación del cómic
Quizá no llegue a los extremos de 300 o Sin City, pero se puede decir que Capitán América: El Primer Vengador es una imitación literal de los cómics, ya que visualmente cae en lo exagerado y se siente como caricatura de sábado en la mañana, pero eso no es un punto negativo. De hecho, hace de la película una experiencia sumamente disfrutable.

La transformación por la que pasa Steve Rogers, interpretado por Chris Evans, para convertirse en el icónico Capitán América, está bien desarrollada y como debe suceder en todo buen superhéroe, es un personaje "aspiracional" pero al mismo tiempo identificable. Puede vencer a cientos de soldados en una pelea, pero es torpe al tratar a las mujeres.

Uno de los puntos más resaltantes es Red Skull, uno de los villanos más parecidos a su versión de cómic que se hayan visto en la pantalla grande. Hugo Weaving, aunque risible por momentos, logra un personaje memorable y un buen reto a vencer para "Cap". Su única falla es que faltó desarrollarse y que conozcamos mejor sus motivaciones.

Algo que es mejor en la película que en los cómics es el retrato del fiel amigo de Steve Rogers James "Bucky" Barnes, ya que en los cómics es un plano y genérico compañero adolescente de superhéroe mientras que en la película es un soldado muy capaz por sí mismo y con fuerza.

También resultan simpáticos los retratos del padre de Tony Stark, mejor conocido como Iron Man, Howard Stark, en quien podemos apreciar la influencia que eventualmente tendría en su hijo, y de los Howling Commandos, aunque en la película nunca se les nombra así. A su vez, el soldado Montgomery Falsworth nunca es referido como Union Jack: su identidad secreta en los cómics, y visualmente es muy diferente.

A pesar de lo caricaturesco del tono, eso no evita que haya momentos emotivos, especialmente al principio y al final de la película, pues el resto está dedicado en su mayoría a la acción.

Destacan también los efectos especiales y el diseño de arte, que simula muy bien los años cuarenta y la atmósfera de la Segunda Guerra Mundial aunque con un toque de fantasía.

Por supuesto, como buena película patriotera, cae en varios clichés como en los heróicos soldados caminando alineados directamente hacia el espectador o la cámara posicionada de tal forma que haga ver grandiosos a los personajes. Solo faltó el discurso heróico enfrente de la bandera de Estados Unidos. Pero se agradece que estos elementos no se tomen demasiado en serio, e incluso caen en la autoburla.

Veredicto

Capitán América: El Primer Vengador está en un punto medio de tonalidad en cuanto a las películas de Marvel Studios. Es decir, se toma más en serio que las dos películas de Iron Man, pero menos que Thor y El Increíble Hulk.

Como adaptación, es sin duda una de las mejores películas de cómics en general y una excelente opción para pasar un buen rato y sentirse niño de nuevo mientras se aprecia una inspiradora historia de un hombre débil que se convirtió un gran líder de bondad y voluntad incorruptibles.